El arbitraje, herramienta para la resolución de conflictos
En un conflicto, un
individuo o varios, deben enfrentarse a
la resolución de un problema. Ante la aparición de un problema, entre
individuos o empresas, cabrían dos posibilidades alternativas de solución:
recurrir a la justicia ordinaria o bien, usar métodos alternativos de
resolución de conflictos como la negociación, la mediación o el arbitraje.
Si bien la figura
del arbitraje es bastante vieja, en los últimos tiempos está obteniendo gran
relevancia al ser considerada una apropiada forma de suplir a la justicia
tradicional. La justicia es un sistema de resolución de conflictos que tiene un
conjunto importante de virtudes, que son las que la mantienen vigente, aunque en
los últimos tiempos haya entrado en crisis.
Entre los
principales atributos que identifican a la justicia estatal se encuentran los
siguientes:
·
resolución del problema en forma objetiva
·
procedimiento formal
·
el cumplimiento indispensable de ciertas formalidades
·
soluciona atendiendo a normas de derecho o jurisprudencia.
El empleo de la justicia
estatal añade como desventaja:
·
lentitud de los procesos judiciales
·
alto costo
·
no busca resguardar la relación entre las partes al dar mayor
énfasis en la puntualidad y no haber un justo contacto con los deseos de las
partes.
Para una mejor gestión
de justicia sin duda se debe acudir a técnicas
que permitan acelerar los trámites y reducir los costos de los procesos. Los
métodos alternos de resolución de conflictos, (haciendo énfasis en el
arbitraje) en la mayoría de los casos obtienen una solución más adecuada que la
justicia ordinaria, siendo su respuesta más rápida y eficaz.
El
arbitraje aparece entonces, como un sistema alternativo e idóneo a través del
cual pueden ser resueltos ciertos conflictos de interés, con excepción total o
parcial de los órganos judiciales. Si las partes lo deciden, pueden concurrir
a un juez privado para que gestione la
justicia y la equidad que están buscando. Confiarán en que ese juez privado
ofrezca a cada una de las partes lo que le pertenece, y será alguien en el que
confiarán porque lo reconocen íntegro, competente y dispuesto a hacer el bien y
buscar que prevalezca la verdad.
Roca, J. (1994). El arbitraje en la contratación internacional.
Madrid, España: ESIC EDITORIAL.
Añadido por: Jessica Esmeralda Bocanegra Lopez
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