viernes, 18 de marzo de 2016

La  paz  entre  los  humanos  vendrá  ineludiblemente  sólo  cuando  sepamos manejar  positivamente  nuestras  diferencias con las demás personas,  resolver  nuestros  conflictos  y negociar acuerdos. Pero seguidamente, nos surge una pregunta muy difícil de
responder  y es: ¿De qué manera hacerlo  bien? pues, los  procesos  de  resolución  de  conflictos  bien sean fáciles o difíciles, y la mediación, han estado presentes en la humanidad desde hace muchos años, y quizá su origen se pierde en el pasado de la
historia humana. Los actos de negociación y resolución de conflictos se han estado realizando de manera persistente tanto con la misma persona, así como con las demás personas con quién por naturaleza le corresponde interactuar al hombre, ya  sea con la  familia, con los compañeros de trabajo, parejas, amigos,enemigos entre otros. 

Estas son situaciones que para el ser humano no han sido nada fáciles porque después de millones de años de historia, en el siglo actual y que ha sido de grandes avances tecnológicos y científicos, aún muchas personas insisten en resolver las diferencias con la violencia por delante.


La  violencia se basa en una emoción de rabia no resuelta y queramos o no, estemos  de  acuerdo o no, nuestros  tres  sistemas  cerebrales emiten  sonidos consecutivamente y algunas veces, luces dentro de nuestra  mente- cuerpo, conectándonos  en resonancia  o en  disonancia con las  personas  que  están  a nuestro  alrededor, es por esto que nuestras emociones,  no  reconocidas  ni  expresadas,  pueden  arrasar con los  diálogos  y acuerdos que se quieran pactar con nuestros interlocutores.




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